
Al buscar la conversión de los bárbaros al cristianismo, la Iglesia logró un acercamiento entre los invasores germánicos y la civilización cristiana. La religión en común pasó a ser un factor de unión entre los diversos reinos que surgieron luego de la caída de Roma.
Al principio, el Cristianismo estaba dividido en varias naciones, pero luego, con el surgimiento de los monasterios, el papa logró unificarlo. Este proceso se conoce como monacato.
La consecuencia de todo esto fue un aumento en el poder del líder de la Iglesia. Si bien durante el Imperio Romano el Papa era una autoridad destacada dentro del Cristianismo, su accionar estaba sometido a la voluntad de los emperadores. A finales del siglo VI, sin embargo, el Papa ya tenía autoridad política sobre los reinos de Europa Occidental, organizando acciones militares y realizando misiones diplomáticas.
La autoridad política de la Iglesia Católica fue un rasgo característico de la Edad Media.
Historia Universal » La Edad Media » La Iglesia adquiere importancia